Las crisis políticas y también sanitarias que viven nuestros países están teniendo consecuencias profundas y extremas en diversos sentidos, perversos, por un lado, y también llenos de esperanzas de cambio, por otro. En el análisis de uno y otro sentido, nos remitimos a las consecuencias que tocan a las mujeres involucradas en actividades económicas solidarias, ya que es creciente el consenso de que las posibilidades de remontarlas están alimentadas por el movimiento feminista y por el de la economía solidaria. Desde hace ya décadas, estos movimientos han estado convirtiendo sus críticas de la economía y sociedad capitalista –que exacerba el patriarcado y el colonialismo– en conocimientos y diagnósticos, metodologías y propuestas de políticas públicas derivadas de esos conocimientos, prácticas concretas y generación de espacios públicos de relaciones equitativas y solidarias, en diferentes espacios de reproducción de la vida humana y natural.
En este texto nos proponemos un acercamiento al acumulado de prácticas y pensamientos de los feminismos en torno a los modelos económicos y su transformación, mostrando, a breves rasgos, algunas de sus reflexiones y propuestas para construir alternativas frente al sistema socioeconómico actual, a sus desigualdades, injusticias y opresiones. Es claro que la actual economía capitalista mundial centrada en la acumulación y especulación, con base en la explotación del trabajo y el crecimiento exponencial del consumo desligado de las necesidades humanas ha producido guerras, muertes, destrucción de la vida humana y la vida natural en general. El planeta está al borde del colapso y con él la humanidad en su conjunto, en ese camino, dolor y miseria forman la cotidianidad de amplias mayorías.
Esta nueva publicación de la REMTE, sobre la estimación del aporte económico (monetario y en tiempo) de las mujeres a la producción y reproducción de las familias rurales, está basada en una investigación encargada a Natty Pari y realizada en tres zonas diferentes del Altiplano y Yungas boliviano, donde interviene el proyecto Interactuando con Territorios Vivos (ITV) a través de la Fundación Tierra (Taraco), Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia- AOPEB (Palos Blancos) y Asociación de Promotores de Salud de Área Rural- APROSAR (Salinas de Garci Mendoza). Con esta publicación, la REMTE pretende llenar parcialmente un vacío de información y análisis sobre la estimación del aporte de mujeres y hombres de las familias rurales a la producción agropecuaria y al ingreso familiar (monetario y no monetario) en los tres ámbitos geográficos mencionados, mediante la cuantificación y valoración del trabajo que cada quien realiza a la producción y al trabajo no remunerado del hogar.
La cuestión de la centralidad de la vida humana como horizonte para (re) organizar los parámetros de reproducción de la sociedad y la crítica al carácter androcéntrico y antropocéntrico del pensamiento occidental, son elementos fundantes de la economía feminista (EF). Ambas dimensiones resultan de la constatación y el análisis del carácter irreconciliable entre la lógica de la acumulación capitalista y la lógica del cuidado de la vida humana y natural, y, particularmente, de la certeza de que la vida humana está sostenida actualmente por el sobretrabajo que realizan las mujeres.
Teoría y práctica de los desafíos feministas en la construcción de economías alternativas
El contexto actual, marcado por una ofensiva del capital en contra de la vida, coloca mayores desafíos en la construcción de acciones feministas para promover la solidaridad internacional, como principio articulador de renovadas luchas que apunten hacia la superación de las desigualdades y opresiones. En los actuales momentos, eso exige, por un lado, contar con estrategias contra el neoliberalismo y sus efectos socioeconómicos devastadores, particularmente para las mujeres, y contra el avance del conservadurismo ideológico y político.
Cuaderno de Trabajo N° 25
“En el contexto del pensamiento antihegemónico, el pensamiento feminista ha producido una teoría crítica que demuestra que los rostros de la dominación son múltiples y, por tanto, deben ser diversas las formas y los agentes de resistencia a ellos. Sacar a la luz la experiencia de las mujeres, sus aportes y su estar en el mundo, es por sí mismo un proceso constructor y ampliador de la mancipación.